martes, 9 de octubre de 2012

CONTRIBUCIONES DE LA VULNERABILIDAD


El enfoque de la vulnerabilidad se gestó al calor de varias contribuciones, entre ellas las siguientes:
a) En primer lugar, la interpretación que los autores de la teoría de la dependencia, durante los años 60 y 70, hicieron de los problemas del subdesarrollo en el tercer mundo, como fruto de las estructuras socioeconómicas fuertemente desiguales que se derivan de sus relaciones de dependencia y explotación respecto al Norte.
b) En segundo lugar, la reflexión teórica respecto a varios desastres habidos en los años 70, como las hambrunas del Sahel o el terremoto de Guatemala en 1976.
c) En tercer lugar, la teoría de las titulasridades de alimentos de AmartyaSen, publicada en 1981, que explica las hambrunas como consecuencia no de una falta de alimentos provocada por una catástrofe o por el exceso de población, sino como una pérdida del acceso a los mismos por parte de las familias con menos recursos económicos. De esta forma, el trabajo de Sen realizó una aportación decisiva a la conformación del concepto de vulnerabilidad, al articular un análisis basado en las desigualdades sociales y la pobreza, y en las dificultades específicas que en función de ellas tiene cada familia y persona en su acceso a los recursos. En cualquier caso, el enfoque de Sen se centró en el poder adquisitivo de las familias, soslayando otros aspectos no económicos hoy considerados indisolublemente vinculados a la vulnerabilidad (poder político, relaciones intrafamiliares, estrategias de afrontamiento de la crisis, redes sociales de ayuda mutua, economía de la guerra, etc.).
Así, el concepto de vulnerabilidad surge de una doble evolución teórica, ampliamente asumida. Primera, la que ha llevado de las explicaciones fisico-naturales de los desastres a las socioeconómicas, centradas en el desigual acceso a los recursos debido a las estructuras y procesos exitentes, y que por tanto exige un análisis diferenciado de cada sector social, familia y persona. Y, segunda, como consecuencia de lo anterior, y al igual que ha ocurrido en otras parcelas de las ciencias sociales, el paso de un enfoque “macro” a otro “micro”; es decir, para estudiar la vulnerabilidad se toma como objeto de análisis a cada individuo (y por extensión a sus familias y comunidades), valorando sus circunstancias específicas, percepciones subjetivas, bagaje cultural, control de las redes sociales y capacidad de decisión y actuación. Algunas contribuciones decisivas en esta dirección han provenido de la antropología y de los estudios feministas sobre el género.

No hay comentarios:

Publicar un comentario